Así lo confirmó en la mañana de este martes el fiscal de Delitos Complejos, Bernardo Alberione, quien tuvo que recurrir a las imágenes de cámaras pertenecientes a comercios e instituciones del sector ya que los domos del sistema público de vigilancia que están allí no funcionaban. Esto demostraría que hubo premeditación en el ataque, lo que podría agravar la situación procesal del imputado.

Alberione además ratificó que durante el allanamiento en la casa de Lucato, horas después del hecho de violencia, se secuestraron su automóvil y teléfono celular, que están siendo peritados. En tanto, aclaró que "no podemos confirmar si el acusado tenía consigo o no su celular cuando rondaba el sector del Superdomo, en el momento del ataque o si lo llevó con él en el boliche".

El fiscal indicó que la hipótesis sigue siendo un intento de homicidio y el móvil, una cuestión de índole privada, descartando de plano que el ataque estuviese vinculado con el rol de intendente de la víctima o un intento de robo.

"El hecho está esclarecido", aunque quedan "motivos periféricos que son objeto de investigación", dijo Alberione. Él y su equipo continúan analizando la prueba y recibiendo testimonios. "Hay algunos testigos, son muy pocos, pero podrían aportar información sobre el momento del ataque", informó.

"Esta causa hoy es prioridad en mi Fiscalía", aseguró Alberione.