“La verdad es que hace un tiempo, durante los años 2007/2008, este era uno de los problemas que más preocupaba a los vecinos, y la realidad indicaba que la planta que trataba los líquidos cloacales colapsaba y estos se tiraban a los canales de lluvia”, expresó el intendente Bernarte.

“Esta era una obra que parecía imposible pero que, con gestiones del gobierno municipal con Martín (Llaryora) e Ignacio (García Aresca), y con el acompañamiento importantísimo del gobierno de la provincia y nacional, se logró la recuperación de esa planta y se amplió previendo una capacidad que duplica la cantidad de habitantes que tiene actualmente San Francisco”, continuó el mandatario.

“Es una gran obra que permite extender la red cloacal durante los próximos 30 años ya que antes no se podía expandir la red al no haber planta de tratamiento con la capacidad necesaria que recibiera los líquidos cloacales, y después de terminar la obra a fines de 2018 pudimos encarar la ampliación de redes a distintos desarrollos urbanísticos. Esta planta es un lugar estratégico para la vida y el desarrollo de nuestra ciudad”, finalizó.

Por su parte, el secretario de Infraestructura dijo: “nosotros hacemos redes de distribución cloacal, como hemos concretado en simultaneo en cinco barrios hace poco tiempo, y eso es posible gracias al funcionamiento de esta planta de líquidos cloacales. Ahora sí en nuestra ciudad podemos llevar cloacas a los lugares donde está faltando”.

Cristian Carrozo, dueño de la empresa CyP, que tiene a cargo la mantención y operación de la planta depuradora, señaló: “es importantísimo para la ciudad dado que, una vez intervenidos como corresponde, permite sacar los líquidos cloacales fuera de la misma y ayudar al desagüe pluvial. Se tratan los líquidos cloacales para que a la salida sea sin contaminación”.

En cuanto al tratamiento que se realiza a los líquidos, Carrozó detalló que los mismos “van por caños de fibra de vidrio, pasan por el desarenador donde se saca lo más grueso que tiene el agua, entra al pozo de bombeo y este las distribuye en las diferentes lagunas de aireación, donde se produce la bacteria que come la parte orgánica. Después se derivan a la laguna facultativa y de ahí al canal San Antonio”, concluyó Carrozo sobre el tratamiento en sí.