13 de septiembre de 2025
Oreste, el joven cubano que eligió San Francisco para vivir su sueño de ser jugador de básquet

Desde hace ocho meses, el Club El Tala cuenta entre sus divisiones juveniles con un jugador de básquet oriundo de Cuba que llegó a San Francisco con toda la ilusión de formarse en la práctica deportiva mientras que además se integra a la vida diaria de nuestra ciudad en diferentes actividades.
Oreste Torres De la Rúa es un joven de 16 años nacido en La Habana. Con su 1,91 mts, llegó al club de calle Avellaneda lleno de ilusiones por hacerse un lugar en el básquet de San Francisco y para eso ya comenzó su aventura en la categoría U 17 que incluyó su reciente debut en la primera división de El Tala.
Se trata de un joven muy hábil con el balón, lo que le permitió haber sido distinguido entre los cinco jugadores más destacados del torneo nacional de Cuba dentro de su categoría y, a través de las redes sociales, lo contactaron para tener esta experiencia fuera de su país.
En Cuba integró el plantel sub 17 de Los Capitalinos, equipo de La Habana, con el que disputó con mucho entusiasmo el campeonato cubano de basquetbol con un notable desempeño, haciendo honor a este deporte que practica desde que tenía 5 años.
Oreste cuenta además en su propia familia con su máximo referente en el basquetbol ya que su padre, Oreste Torres Quirós, integró el plantel de la selección nacional de Cuba. “Desde pequeño viví el básquet en mi casa con lo que hacía mi padre en el club y en la selección de mi país y eso me llevó a seguir ese camino”, señaló con orgullo.
Su arribo a la ciudad
Luego, Oreste explicó que su llegada a San Francisco se dio “a través del periodista cubano Henry Morales que conocía varios entrenadores y entre ellos estaba el entrenador de El Tala y de allí salió la propuesta de venir a jugar a San Francisco”.
Como habitual residente de la pensión del Club El Tala, Oreste explica que su adaptación a San Francisco “se dio de la mejor manera” ya que al llegar a la ciudad “encontré gente muy buena que me ayudó en todo”.
Como balance de sus primeros ocho meses en la ciudad, Oreste comentó que “esto me ayuda mucho a cumplir mis objetivos deportivos que eran mejorar en mi juego para ponerme al nivel de la categoría en la que estoy jugando”.
Durante sus partidos en cancha alterna funciones entre base y pivot con igual entusiasmo y determinación. “Yo juego donde me ponga el técnico”, explicó para luego agregar que “me gusta mucho cómo se practica el basquet en San Francisco” señalando que en relación a la práctica deportiva a la que estaba acostumbrado a desarrollar en Cuba “es muy diferente” porque “acá se defiende mucho el balón” a través de “un juego muy físico” mientras que calificó como “muy inteligentes” a los jugadores de los distintos clubes de nuestra ciudad.
Al momento de elegir un referente del basquetbol argentino se inclinó por el talento del base y capitán de Instituto Atlético Central Córdoba, Leandro Vildoza sobre quien dijo que “es un excelente jugador” sobre el cual busca reflejar su juego en cada encuentro.
”San Francisco es una ciudad muy linda”
Apenas llegó a la ciudad Oreste quedó impactado “con el orden y la limpieza” de sus calles indicando que “es un lugar muy lindo para vivir” para luego explicar que “sobre todo rescato que es un lugar súper tranquilo”.
“San Francisco es una ciudad muy linda y de inmediato me adapté muy bien a la vida acá” explicó para luego comentar que “en la escuela al principio me costó adaptarme porque tienen contenidos diferentes, pero ahora ya mejoré bastante”.
Entre sus objetivos más cercanos de su estadía en San Francisco, según comentó, se cuentan “seguir mejorando como jugador y como persona tratando de seguir subiendo el nivel de mi básquet. Por suerte ya pude debutar en la Primera de El Tala cuando arrancó el provincial y ese es mi objetivo, ir sumando minutos en cancha para continuar aprendiendo”.
Más adelante expresó que todos en su familia en Cuba “están muy contentos por cómo me está yendo en San Francisco. Ellos saben que desde muy pequeño siempre quise jugar al básquet y al ver que me están saliendo las cosas muy viene en otro país a partir de vivir esta experiencia solo, matándome en los entrenamientos, a ellos los hace sentir muy orgullosos de mi esfuerzo y para mí está bueno también”.
Resaltó también que desde sus inicios en el básquet infantil “seguía las alternativas de la Liga Argentina de Básquet y siempre me sentí con inclinación por, algún día, jugar en estas canchas y, al ver que varios jugadores de la selección cubana habían pasado por el básquet de este país siempre fue una motivación extra. Por eso no lo dudé cuando me dijeron que existía la posibilidad de venir a la Argentina a jugar al básquet”.
Como jugador de El Tala, Oreste rescató que “se pone mucho empeño en el entrenamiento entre semana, enfocándose mucho en la preparación técnica de cada jugador. Veo que prácticamente todos los equipos tienen una buena base y eso se nota partido a partido”.
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