El primer partido de una serie siempre es clave. Los equipos enfrentados tienen que lidiar con dos aspectos: estudiar y medir al equipo contrario con cautela, y tratar de obtener ese primer juego con mucha determinación. Y San Isidro supo desarrollar con mucho éxito estas dos estrategias. Jugando con la cabeza, con frialdad y calculando con exactitud cada movimiento, y al mismo tiempo yendo al frente, con firmeza y confianza, cada vez que el encuentro se lo exigió.

La primera mitad mostró algo que cualquiera esperaría de una final como esta. Dos rivales con autoridad, desplegando cada uno su juego en ambos costados del rectángulo, sin poder sacarse mucha ventaja en el tablero. Lo extraordinario llegó en el segundo tiempo, en el que San Isidro llevó al siguiente nivel, el ritmo de juego que venía demostrando. Tanto en la defensa, con robos e intercepciones a partir de una muy buena lectura del juego del rival, como en las ofensivas, donde el último segmento lo mostró totalmente certero y confiado en las decisiones que tomaba, y que lo llevaron a establecer la amplia diferencia en el tablero con la que cerró el partido.

El juego 1 es para el equipo de calle Corrientes, que buscará el próximo domingo, repetir lo que hoy demostró, en el 2° juego de la serie final, que luego se trasladará a San Francisco.

Síntesis:

Parciales: 24 – 15, 15 – 18, 11 – 18, 10 – 30.

Platense: Bruna (1), Pais (7), Lugrin (3), Blossom (17), Essengue (16) (F.I.), Pappalardi (5), Ruiz (2), Lorio (9), Goldenberg, Mena, Blazica, Michelangeli.
D.T.: Alejandro Vázquez.

San Isidro: Rodríguez Suppi (18), Haag (5), Corzo (26), Sánchez (10), Cambronne (11) (F.I.), Luedueña (7), Feder Ponce (2), González (2), Sciutto, Vergara, Pérez, Zezular.

D.T.: Sebastián Torre.
Árbitros: Oscar Britez, Silvio Guzmán, Alberto Ponzo.

Comisionado Técnico: Walter Milocco.

Estadio: Micro Estadio Ciudad de Vicente López.