Sergio José Valle, Giselle Valle, Javier Rodolfo Besusso, Cristian Olmos Quiroga, María Macagno, Gerardo Ángel Novara, Jonathan Córdoba, Maximiliano Valle y Rogelio Albano Cabrera, se encuentran imputados en calidad de coautores de "asociación ilícita y delitos contra la salud pública".

Los nueve imputados, luego de responder sobre sus cuestiones personales, escucharon la acusación que pesa sobre cada uno y todos negaron su participación en los hechos, y se abstuvieron, por consejo de sus abogados defensores, de continuar prestando declaración.

Los imputados comparecieron en libertad a la indagatoria y ahora el juez Rebak deberá resolver si los procesa o pide el sobreseimiento.

De acuerdo a la investigación iniciada en mayo de 2019 por el licenciado fiscal federal Luis María Viaut, una parte de los acusados tenía a su cargo la faena de los animales muertos que adquirían en campos de la región y el traslado de la carne a Frontera. Otros, que poseen carnicerías, se encargaban de comercializar los productos cárnicos.

La continuidad de la investigación está actualmente a cargo de la fiscal federal María Marta Schianni.

Recordemos que como consecuencia de la investigación que había iniciado Viaut, efectivos de Gendarmería Nacional provenientes de distintos lugares junto a inspectores del Servicio Nacional de Sanidad Animal (Senasa) y de la Dirección Municipal de Bromatología de la Municipalidad de San Francisco, realizaron allanamientos en carnicerías de Frontera y nuestra ciudad, donde se clausuraron preventivamente los comercios.

También en aquella oportunidad se allanó una cremería abandonada en cercanías de la Comuna de San Pedro, donde se halló una importante cantidad de huesos y cueros. Además, fueron secuestrados varios vehículos, en su mayoría camionetas, computadoras y otros elementos de interés para la investigación.

En alguno de los comercios allanados se encontró carne en mal estado, la cual era rociada con "sulfito", un componente químico prohibido para el consumo humano.

Los análisis de la carne secuestrada se realizaron en la Dirección de Bromatología de la Municipalidad de San Francisco, en tanto que el resto de los elementos secuestrados, como computadoras y teléfonos celulares, fueron peritados en laboratorios de Gendarmería Nacional, en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.

La investigación se inició a partir de publicaciones en las redes sociales en donde se ofrecían cortes de carne vacuna a precios sumamente inferiores a los del mercado, lo que llamó la atención y dio lugar a que el fiscal Viaut comenzara, junto a efectivos de Gendarmería, una investigación que derivó en los allanamientos posteriores.